En esta ocasión, te hablaré de los pros y contras de utilizar una VPS para alojar proyectos personales y educativos, basado en mi experiencia de más de dos años gestionando servidores virtuales para distintos propósitos, incluyendo proyectos empresariales en producción.
Mi objetivo es ofrecerte una opinión imparcial sobre este tipo de infraestructura, sin pretender que sea la verdad absoluta, pero sí basada en experiencias reales.
Pros
Comencemos destacando algunos de los beneficios que ofrece alojar nuestros proyectos en una VPS.
1- Costos Fijos y Predecibles
En los últimos años, los servicios de pago por uso han ganado mucha popularidad gracias a su flexibilidad. Sin embargo, esta modalidad puede volverse un problema cuando, de manera inesperada, la factura mensual es más alta de lo habitual.
Un aumento de tráfico no planificado o incluso un ataque de tráfico no legítimo pueden disparar los costos sin previo aviso. Con una VPS, en cambio, el costo es fijo y predecible, lo que resulta ideal para proyectos pequeños sin una estrategia de monetización definida. Al conocer el precio mensual exacto, evitarás sorpresas desagradables al final del mes.
2- Control total del servidor
Una VPS es un lienzo en blanco: puedes configurarla exactamente como lo necesites, similar a cuando estrenas una computadora nueva y decides qué instalar. Aunque esto puede representar un desafío, también otorga un control absoluto sobre el entorno de ejecución de tus aplicaciones.
Además, existen herramientas que facilitan la configuración de un servidor con un solo comando. Entre mis favoritas se encuentran CloudPanel y Dokploy, ya que ofrecen una interfaz amigable y las funcionalidades necesarias para gestionar tus proyectos sin complicaciones. Sin embargo, hay muchas opciones disponibles, y la mejor elección dependerá de tus necesidades específicas.
3- Facilidades en la migración
Si tu proyecto está pensado para mantenerse en el tiempo, en algún momento podrías necesitar cambiar de proveedor buscando mejor precio, estabilidad o confiabilidad. Con una VPS, esta migración suele ser sencilla, ya que puedes trasladar tus archivos y configuraciones a otro servidor sin necesidad de aprender una nueva plataforma.
En cambio, con un servicio PaaS (Platform as a Service), la migración podría implicar el aprendizaje de nuevos comandos y estructuras, lo que podría ser un obstáculo técnico considerable.
Desventajas de Usar una VPS
No todo es perfecto en el mundo de las VPS, y también existen aspectos negativos que es importante considerar.
1- Curva de aprendizaje para la configuración
Si bien existen paneles de administración que facilitan la configuración de una VPS, sigue siendo un proceso que requiere conocimientos adicionales. En plataformas PaaS, la facilidad de despliegue es inigualable: simplemente subes tu código o enlazas tu repositorio y listo.
Con una VPS, en cambio, necesitarás realizar configuraciones adicionales. No son pasos imposibles, pero sí es algo que debes tomar en cuenta, especialmente si buscas una solución que te permita desplegar tu aplicación con rapidez y sin preocupaciones técnicas.
2- Uso ineficiente de los recursos pagados
Uno de los principales inconvenientes de una VPS es que, a menudo, no se utilizan todos los recursos contratados. Dado que pagas una cantidad fija por la capacidad de procesamiento, almacenamiento y memoria RAM, si no los usas al 100%, estarás desperdiciando dinero.
Para mitigar este problema, te recomiendo comenzar con un plan básico e ir monitoreando el consumo de recursos. Lo ideal es aprovechar al menos el 80% de la capacidad de la VPS, dejando un pequeño margen para picos de tráfico sin que los costos se disparen innecesariamente.
3- Escalar bajo demanda no es tan sencillo
Si tu proyecto experimenta picos de tráfico en ciertos momentos del día, necesitarás más recursos para satisfacer esa demanda extra. Con una VPS, esto puede ser complicado, ya que los recursos están predefinidos y aumentar la capacidad requiere realizar cambios manuales en el plan contratado.
A diferencia de las soluciones en la nube con autoescalado, en una VPS no puedes incrementar o reducir los recursos de forma automática según la demanda. Si esperas que tu aplicación tenga tráfico variable y necesitas flexibilidad, quizá una VPS no sea la mejor opción.
4- Seguridad y Mantenimiento a Tu Cargo
Cuando gestionas una VPS, eres responsable de mantenerla segura y actualizada. A diferencia de los servicios gestionados, donde el proveedor se encarga de aplicar parches de seguridad y monitorear posibles vulnerabilidades, en una VPS debes hacerlo tú mismo.
Esto implica configurar firewalls, aplicar actualizaciones del sistema operativo y del software instalado, y estar atento a posibles amenazas. Si no tienes experiencia en administración de servidores, podrías estar expuesto a ataques de seguridad o problemas de rendimiento. Para mitigar estos riesgos, es recomendable automatizar tareas de mantenimiento y utilizar herramientas de monitoreo.
Conclusión
Usar una VPS para alojar proyectos en la nube tiene ventajas significativas, como costos predecibles, control total y facilidad de migración. Sin embargo, también implica una curva de aprendizaje, un posible desperdicio de recursos y limitaciones en la escalabilidad.
Si buscas estabilidad y control sobre tu entorno de ejecución, una VPS es una excelente alternativa. Pero si tu prioridad es la facilidad de uso y la escalabilidad automática, quizá te convenga evaluar otras opciones como PaaS o servicios serverless.
Si te has decidido por trabajar tus proyectos con una VPS, ahora debes escoger un sistema operativo para tu servidor, te comparto un articulo donde te platico sobre ello:
